Locuras de mi vida

Sabes me da pena no pude remediarlo
nunca fue mi intención el seducirte
me deje llevar por el deseo y no por el respeto,
no es mi dolor pero lo siento como propio.

Yo sabía que estabas casada y no me detuve
no reflexione que daño le causaría a ese hombre
fuiste muy coqueta conmigo y no pude frenar
fueron mis instintos de macho sediento de ti.

Tu picara sonrisa, tu vestido blanco sin sostenedor,
sentarte frente a mí y cruzar tus hermosas piernas
para que mi mirada se perdiera en ver lo que tú querías,
eres preciosa, tu cuerpo es una escultura.

No hubiera querido que tu infidelidad fuera conmigo
podías haber escogido a otro pero fui el que querías
yo no podía resistirme a tus encantos y te seduje
logre lo que tanto habías ansiado ya que no lo amabas.

Tu placer era inmenso quizás más que el mío
pues yo pensaba en el , en ese pobre señor
al cual la mujer le estaba traicionando
con un hombre débil a la carne de su hembra.

Pobre señor se le ve noble y complaciente,
a lo mejor te cumple todos tus caprichos
te da todo lo que le pides con mucho amor
sin embargo tu aquí desnuda ante mi me das
lo que quizás el te habrá pedido muchas veces.

El porque lo haces no lo se ni te lo pregunto
se que satisfacen tus locuras sexuales,
puede ser que el te ame y te acaricie con mimos,
sin darse cuenta que lo que necesitas que te de
son apretones y mordidas de esas pasionales.

Sin embargo se que tu conciencia no te tortura,
Pero lo que es la vida la mía me habla y me censura
diciéndome que lo que hago no esta bien,
pero a pesar de mi pena por ese marido engañado
disfrute tu sexo en las locuras de mi vida.

Autor: Rudy González

Noviembre 16 del Año 2006